En el antiguo espacio de cocina -con 4.97 m2- las zonas de preparación, limpieza y cocción estaban demasiado unidas dificultando las labores  diarias para cocinar.

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Se decidió ampliar la cocina derrumbando un muro que la separaba de un estudio de 4 m2- que fue reubicado en el mezzanine del segundo  piso. En el antiguo estudio se construyó  una barra/isla en granito negro  con un mueble bajo y un generosa torre de hornos que permitieron  ampliar la cocina a casi 9 mts 2

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Gracias  a esta barra/isla se permite el contacto visual con la zona del salón comedor permitiendo la union visual y social de la cocina que previamente estaba desconectada y escondida de los demás espacios del apartamento.

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Para garantizar la privacidad de la alcoba principal se construyo un muro en  bloque de vidrio, reforzado con varillas de hierro de 60 k PSI de 8 mm soldadas a un marco de tubos de hierro de 9 * 9 cms conectados estos a placas inferior y superior, garantizando la correcta union de los elementos no estructurales a la estructura aporticada del edificio.

 

Visualmente este muro en bloque de vidrio complementa y contrasta perfectamente con el mesón negro que tiene un jerarquía innegable en la composición.